Los cuidadores de personas con Alzheimer tienen que aprender a cuidar de la persona enferma, pero también de sí mismos. Muchos cuidadores pueden experimentar problemas físicos y/o psicológicos, como depresión, ansiedad o sensación de sobrecarga. Para evitar estos problemas de salud es importante romper el aislamiento y facilitarles el hecho de compartir vivencias y emociones.
